Creo que nunca me dejaste cerrar el último capítulo,
Y ya se no disimulo,
pasa que a veces me olvido que el resto no es como yo,
que no va regalando segundos oportunidades por la vida.
Pero bueno,
todo terminó,
y ahora voy a ahogar toda clase de penas en alcohol y palabras vacías
que entre líneas no vas a encontrar otra cosa más que tu nombre.
Por más que moleste,
me chiflo por un segundo y me agarra el ataque de egoísmo,
ese que me inspira a decirte que te quedes conmigo
(¡para intentar hacerte feliz cada segundo que pueda!),
aunque según las encuestas no te lo merezcas.
Pero vos estas allá,
y yo estoy acá,
y no sos más que una cálida memoria
que intenta ser olvidada
y en el intento
se me esta haciendo imposible volverla ausente.
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