miércoles, 25 de septiembre de 2013

Tenía que ser mujer.

Dentro de mi cotidianidad, es una lástima que no estés,
me levanto todos los días a la misma hora,
de vez en cuando abrumada por pesadillas
o encandilada por sueños,
estiro las piernas y los brazos,
miro la luz reflejada en mi balcón,
al lado mío nunca estas vos.

Es difícil de explicar,
siempre me faltan cinco para el peso,
es el infortunio de sentirse incomplejo,
la pieza perdida del rompecabezas,
siempre el abrazo y no el beso.

Nada más, deseo un "te quiero"
que no tenga el tinte azul de un papel carbónico,
uno sincero,
me lo dijeron tantas veces,
que ya no lo creo.

Cada tanto quiero emociones nuevas,
y volver a ser esa enamorada del amor.

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