viernes, 27 de diciembre de 2013

Si duele algo, es que no te importe, mi amor.

Verte en cada esquina, en cada sonrisa, en cada botella de cerveza vacía, verte. Sos una película vieja, en la cual me despertaron al final, y me dormí en el desenlace. Lo que más me duele, es que nunca te sentaste y me explicaste lo que realmente estaba pasando. Y no, yo no se escribir ni cuentos, ni poesía, ni eso que haces vos que es lo más parecido a filosofía barata. Pero ya no encuentro manera de estar, paso como un fantasma por todos lados, soy un corazón roto que camina por la ciudad. Y aunque ya paso un tiempo, todavía me seguís doliendo, al parecer soy más humana de lo que pensaba, pero ahora no tengo manera de hacerte llegar ni la mitad del dolor que tengo adentro, son como un montón de agujas que decidieron clavarse en el mismo lugar. Siempre me tuvieron que decir todo en la cara, y con palabras simples, si no yo no entendía. Y lo que me esta pasando con vos, te lo voy a explicar, aunque no lo leas, me decepcionaste, terminaste siendo todo lo que esperaba que no ibas a ser, esperaba de vos, mas, un poquito más, y terminaste siendo lo que todos decían que eras. Te deseo lo mejor, no porque te lo merezcas, si no porque simplemente no puedo odiarte, va a ser mi materia pendiente por un tiempo. Y no me interesa vivir como si no hubieses existido, no quiero quemar fotos y ropa. Pero al menos si no tenes pensando hacer nada debido a esto, mínimo, devolveme mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario