martes, 10 de diciembre de 2013

No vales ni la mitad de lo que doliste.

Que juego macabro el amor,
que te regala la felicidad y la tristeza
y te saca de la rutina los días nublados,
te regala todo para después sacarlo.

Pero ahora me miro a mí misma hacia atrás,
y no encuentro nada,
y me miro a mi misma ahora,
y me veo todo.

Pero también te miro a vos,
y sucede que no te encuentro,
y los rumores me cuentan que estas igual,
igual de mediocre, de triste, igual de gris,
estas igual.

Y no hay palabras para explicar la angustia,
pero ya no te quier conmigo,
ni en fotos, ni en cartas, ni en sueños.

Ya dejaste de ser lo que alguna vez quise,
o tal vez volviste a ser el que era antes de cruzarnos,
el punto es que ya no te pienso,
ya no te quiero,
ya no te veo ni encuentro en ningún lado,
simplemente ya no estas,
y eso es algo bueno.

Alejarnos, eso fue lo único en lo coincidimos,
lo único que realmente cumplimos,
el resto fueron mentiras en papel carbónico,
con un toque de brillantina
(para dar un poco de color a la vida)

Y si te decepciona lo que escribo,
mejor no intentes averiguar lo que pienso,
te fuiste.

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